martes, 11 de octubre de 2016

El síndrome de querer irse a la mierda

No sé ni qué estoy haciendo acá, me quiero ir! Me quiero ir a la mierda, comprar un boleto de avión al infinito y más allá y no volver por muchos meses. Necesito escapar. Hace meses siento la irremediable fuerza de escapar de esta ciudad, del trabajo que tengo, de mi casa, de la rutina. Me aterra esa última palabra... esto en lo que se convirtió mi vida es una pesadilla.

Pero no, no puedo irme. Me tengo que recibir, tengo que terminar italiano, tengo que ahorrar, tengo que, tengo que, tengo que. Y a medida que va pasando el tiempo me siento más limitada en las opciones para mi futuro. Me da miedo pasarme los próximos 5 o 6 años encerrada entre cuatro paredes de oficina desperdiciando mi juventud, mi libertad y mi energía. El día que me vaya de mi trabajo me imagino a algo así como el video de Avicii, "I Could be the one", en el que la mina agarra y manda a todos a la mierda y escapa. Bueno, salvo por el final del video, yo quiero hacer lo mismo. 

Llegué a un momento en el que todo me aburre, necesito un poco de emoción y aventura. Calculo que a casi todos en algún momento de su vida les pasa esto, ¿o no? La inquietud de querer romper con el molde, salirse un poco de la zona de confort y hacer cosas nuevas, cosas que nos generen adrenalina, alegría. Recuperar esa energía de cuando eramos chiquitos, de que no había nada por lo cual preocuparse. Ahora de adultos nos vemos inmersos en un caos, un mundo que nos lleva por delante si no nos movemos a su ritmo, un mundo en el que si no hacés las cosas como te dicen, te quedás, te estancás. Vivimos a mil, sin prestar atención a pequeños detalles, sin tomar un respiro para pensar cómo nos sentimos, qué quiero para mi vida, ¿realmente amo lo que estoy haciendo? Es como si la sociedad nos preparara para vivir acelerados, para que esta vida sea sólo un suspiro. Y sí, la vida es corta, pero, ¿es así como quiero vivirla? Tenemos el poder de decidir en nuestras manos. 

¿Cansado de ese puto trabajo que te exprime día a día? Analizá los pro y los contra, buscá otro laburo para no quedarte en la nada y renunciá! No desperdicies tu tiempo en una oficina, un local, una camioneta, que no aportan en nada. Buscá un laburo en el que puedas ser tu propio jefe con tus propios tiempos, y sino un laburo en el que tengas un jefe que te inspire, que te motive, que te haga querer ser mejor día a día.

¿Querés empezar el cursito de pintura sobre tela o de corte y confección pero decís que "no tenés tiempo"? Hacelo, ahora! Revisá tus horarios, recortá horas de trabajo si hace falta, ahorrá un par de meses si no tenés plata (dale, no compres esa remerita, no te hace tanta falta, guardá la plata para otra cosa). Hay ciertas cosas que hay que hacerlas ahora en este momento para poder disfrutarlas como corresponde. Y quién sabe si en ese nuevo hobby no terminamos encontrando la pasión que nos va a guiar de por vida.

Todos nos queremos ir a la mierda alguna vez. Armar un bolso y escapar, viajar, dedicarnos a procrastinar un par de días, escribir de vez en cuando, pintar, terminar de armar el auto, aprender ese nuevo oficio que nos llena de curiosidad... Desaparecer de la sociedad. Pero querer irse a la mierda no siempre es sinónimo de viajar. A veces nos basta con sólo dar la vuelta a la esquina y empezar a hacer esas cosas que tenemos pendientes, o retomar viejas amistades, o nuestro hobby de toda la vida. 

No huyamos, enfrentemos los problemas.
Pero para recuperar energías, sí, nos vayamos a la mierda todos.

domingo, 3 de agosto de 2014

El enamorado y el olvido

El enamorado no desea el olvido, lo que quiere es que el objeto de su amor modifique su preferencia pero no el olvido. El enamorado quiere perseverar en su amor. El que está enamorado de veras con esa espantosa pertinacia que bloquea la mente y el alma, con esa cerrazón ciega del enamorado contrariado, no quiere olvidar, se quiere acordarY si alguien le trae en una mano el olvido y en la otra el sufrimiento, el tipo elije el sufrimiento, porque le parece que ahí se esta retemplando, y le parece (y le parece mal) que el objeto de su amor, que la persona amada va a registrar ese acto de nobleza, va a registrar que el eligió no olvidarla y eligió sufrir; lo va a registrar en esta o en otra vida, o que algunas entidades divinas van a registrar ese acto de nobleza y lo van a recompensar. Alguien va a venir, un ángel pongamos por caso y le va a decir “has sido noble, has elegido el sufrimiento en vez del olvido, entonces te daré el siguiente don: la persona que tu amas te amara”. Bueno todo eso cree erróneamente el enamorado, porque no sucederá eso. Ese gesto de nobleza, de supuesta nobleza de elegir el sufrimiento y no el olvido, nadie lo va a registrar como positivo, nadie. Menos que nadie la persona que el ama, que registrará eso como un gesto de locura. “¿Que hace una persona decente cuando uno no la quiere? Te olvida. Y este no, en vez de olvidarme, cosa que me permitiría librarme de su presencia molesta en todas partes, no, elige sufrir ¿y que me produce a mí que soy el objeto de su amor? Culpa. Yo quisiera que el no sufriera pero no porque me importe él, sino porque no quiero que me moleste.” 

Es decir, de esa manera tan mezquina se produce la cosa, así que nadie va a tirarse de una roca, y si se tira va a hacerlo quizás mas para matarse que para olvidar, pero ni tampoco porque le interese poner fin a su vida, no, le interesa mas hacer algún efecto en la persona que él ama, como un último intento, un último intento de seducción, la muerte. El joven Werther, se mata. A ver, atajate esta, ¿así que no te gusta el saco que me he comprado para seducirte? Fenómeno, ¿así que no te gustan los versos que te he recitado? Fenómeno, ¿así que no te gustan los músculos que me han salido de tanto ir al gimnasio? Fenómeno, a ver si te gusta esto. Y se tira del risco de Leucade, ¿para que? Para matarse! Piensa ‘ahora va decir’ “oh, este se ha matado por mi: ¡como lo amo!”.

Tampoco va a suceder eso porque el enamorado rechazado no tiene salvación en ninguna vida, es el peor de los castigados posible de la historia y de la economía humana. El asesino arrepentido tiene un perdón y tiene un lugar entre los justos si se arrepiente a tiempo, el que fue pobre también, el que fue víctima de injusticias también, quizá hasta en esta misma vida la injusticia pueda reparase; pero el que no fue querido, el que no fue amado por alguien, ese no tiene salvación, ese es el único condenado cierto de cualquier régimen punitorio de cielos y el infierno. Porque cuando se vaya al cielo (si se va) y yo calculo que un enamorado rechazado no va al cielo nunca... si se va al cielo con la esperanza de que allí va a ser recompensado por aquellos gestos que tuvo, que al el le parecen fantásticos, lo que va a encontrar en el cielo es a la mina que al el le gustaba con otro tipo, el mismo con el cual la vio una tarde en la vereda de su casa, el mismo tipo. Este hombre llega al cielo “y ahora por fin, ahora que me he muerto, etc”. Espera que se muera la mina y dice, ‘bueno ahora ya esta, a ver que pasa: la mina del bracete otra vez con el mismo tipo. En el infierno ni que hablar…

Así que yo lamento tener que decir esto, pero es completamente ineficaz, el que se enamora y no lo quieren tiene una sola salida, una sola, que es el camino que conduce a otra persona, esa es la única salida, hay que huir, en dirección a otra persona, cuando uno tiene la desgracia de enamorarse de alguien que no lo quiere, corra, corra! Corra pero muy ligero hacia otra mujer, hacia otro hombre, y arrójese en sus brazos. Busque a la que perdió allí, no busque nunca abrazos que no lo quieran, nunca, no lo haga.


Alejandro Dolina


jueves, 27 de junio de 2013

Ser y estar

Nunca entendí a los yanquis. Para ellos, ser y estar se dice igual: to be.
¿Pero es lo mismo ser que estar? ¿Estar comprometido es lo mismo que ser comprometido? ¿Estar consciente es lo mismo que ser consciente? ¿Ser maldito es lo mismo que estar maldito? ¿Es lo mismo ser engañado que, que estar engañado? ¿Es lo mismo ser que estar? ¿Estar loco es lo mismo que ser loco? ¿Estar despierto es lo mismo que ser despierto? ¿Estar aburrido es lo mismo que ser aburrido? 


Ser o no ser, esa es la cuestión. Pero no, esa no es la cuestión, porque ser y estar no puede ser lo mismo. Sí, claro se dice igual. Pero depende el contexto cómo esté utilizado quiere decir una cosa o la otra. Claro el contexto, ¿no? Porque ser idiota no es lo mismo que estar idiota por alguien. Sí, uno puede estar triste, pero ser una persona triste es otra cosa, porque si vos estás triste se te va a pasar, pero si sos un pobre tipo o una pobre mina patética y triste, eso es para siempre. 

Estar seguro no es lo mismo que ser seguro, ¿no? No es lo mismo estar resentido que ser resentido. Pero si estás resentido, ¿no será porque de alguna forma lo sos? ¿Es lo mismo ser inseguro que estar inseguro? Estar inseguro es no tener certezas, pero ser inseguro es tener la certeza de que no valemos. Estar impactados no es lo mismo que ser impactados, pero a veces ¡cuánto se parecen! Estar idiota uno se lo banca, pero ser idiota, no. 

Uno quiere ser, quiere ser el amor de alguien, el sueño de alguien, uno quiere ser alguien en la vida de esa persona que ama. Ese deseo de ser nos puede confundir. No dejarnos ver que no somos, sino que estamos transitoriamente en la vida de alguien.


Leandro Calderone

jueves, 21 de marzo de 2013

Cómo tratar a un ex

Cuando un ex que te dejó te manda un mensaje, en el 90% de los casos es para comprobar que todavía te tiene, pese a haberte dejado. Y es lógico. Porque, dentro de su conchudez  nunca imaginó, en el momento en que te dejó, que te perdía. ¿Cómo iba a perder a esa pobre piba que estaba destrozada? ¿Que habría hecho cualquier cosa por seguir con el? (Y que, de hecho, tal vez lo hizo, en los primero días posteriores a la ruptura).

Cuando pasado un tiempo X deja de tener noticias de esa ex a la que dejó, empieza a preguntarse: “¿Qué pasa con ella?”, “¿Se olvidó de mí?”, “¿Tendrá otro?”. Y para satisfacer esta curiosidad no tiene más que mandar un SMS o un mail diciendo… cualquier pelotudez. Es entonces cuando, por medio de nuestra respuesta, se queda tranquilo: sabe que nos tiene ahí. Como siempre.

Ejemplo:
Mensaje de él: “Sólo quiero que sepas que te extraño”.
Respuesta de la CB (Clásica Boluda): “Yo también te extraño. ¿Por qué no nos encontramos y hablamos? Te amo”.

Listo. A la mierda: ya tiene lo que quería.
Después de eso, puede venir otro mensaje de él que dice: “No te confundas: sólo te decía que te extrañaba”. (Si es que se digna a mandarlo, porque tal vez ni eso).

Hay ciertos mensajes que podríamos llamar “informativos”: aquellos en donde no te pregunta nada. Y, obviamente, tampoco te propone nada. Estos mensajes suelen ser interpretados erróneamente como una propuesta o un acercamiento para volver. Ejemplo: “Te extraño y siempre voy a llevar conmigo los momentos que pasamos”. "¡Vamoh! ¡Quiere volver!", pensaría la CB. Pero… ¿dónde dice que quiere volver? Son muy asututos, naturalmente, y saben que con ese mensaje van a obtener la respuesta tranquilizadora que les haga sentir que nos dejaron, pero que no nos perdieron.

Por eso, este tipo de mensajes “informativos” deben ser recibidos de la misma manera que los mensajes informativos de la compañía de celulares, que nos dicen: “Con la compra de una tarjeta de 20 pesos, te llevás 40 sms de regalo”. ¿Acaso respondés esos mensajes? No. Simplemente, te das por informada. Punto. Y, en caso de que el tipo en cuestión te pregunte por que no le respondés los mensajes, podés tranquilamente contestarle: “Porque no me preguntaste nada”.




Cuando los mensajes contienen una pregunta, hay que responderlos: no responder a una pregunta concreta denota resentimiento. Y resentimiento no es otra cosa que “re-sentimiento”. Pero recordemos que nuestra filosofía apunta a que él sienta que nos está perdiendo para que, así, nos valore: lo último que tenemos que demostrarle es bronca. Porque, si tenemos bronca, es porque todavía seguimos enganchadas con él. 
En consecuencia, se debe responder los mensajes que contienen una pregunta, pero de la manera más breve posible.

Ejemplo:
Mensaje de él: “Hola. ¿Cómo estás?".
Respuesta tuya: “Bien”.


Pero ojo: no es “Bien. ¿Y vos?”. Ni “Bien, gracias…”. Mucho menos: “Mal… extrañándote y bla bla bla…”. La respuesta es, simplemente, “Bien”. Eso hará que él piense: "Caramba… ¡la habilito para que me contacte, para que me diga algo, y sólo responde 'bien'?". Ahí va a darse cuenta de que no te tiene tan en su poder como creía. Una excepción a esta norma podría ser el clásico “Feliz cumpleaños”, en el que la ausencia de respuesta de nuestra parte también podría denotar bronca. En estos casos, lo ideal es responder: “Gracias”. Y por qué no: “Grcias” (como para que vea que tecleamos rápido y que ni nos detuvimos a revisar o corregir el mensaje).

A veces, estos “testeos” que nos envían para “chequear” qué pasa con nosotras pueden ir un poco más lejos y proponer un encuentro "para hablar". Ejemplo: “Me gustaría que nos encontremos para hablar”. Ahí la CB salta de alegría, pensando que el pibe quiere volver. Repito lo de antes: ¿Dónde dice que quiere volver? En muchísimos casos, el sujeto se conforma, solamente, con saber que saldrías corriendo a verlo y suele responder a tu aceptación inmediata con un “Mejor no… no quiero confundir las cosas”. O ni siquiera eso: dilata el encuentro, que luego nunca se produce.

En otros casos, el encuentro se produce, pero la charla no lleva a nada nuevo. Simplemente, te repiten lo que te habían dicho cuando te dejaron: que siguen confundidos; que te quieren mucho, pero que no pueden seguir. Suelen agregar que les gustaría no terminar mal, que se siguieran hablando y hasta que fuesen “amigos”. O sea: una mierda. Es bueno agregar que, en estos encuentros, solemos terminar a los besos (o en un telo), pero sin llegar a ningún tipo de reconciliación. ¿Y qué es lo que ha vuelto a pasar? Lo que ha vuelto a pasar es que volvieron a comprobar que aún estamos disponibles (con besos o sexo o sin ellos, porque nuestra sola presencia y la caripela que seguramente nos vio, en ese encuentro, nos mandaron presas, con pitos y matracas).

Por eso, en los casos donde nos envían un mensaje proponiendo hablar lo ideal es responder: “Decime, concretamente, qué me querés decir y si da, nos juntamos”. La respuesta que puede venir de su parte, en estos casos, puede ser: “Nada… quería hablar de la vida… de cómo van tus cosas…”. Ahí podés responderle: “Te dije que si daba nos juntábamos y la verdad que no da. Mi vida, bien. Un beso”. Otra opción hubiera sido responderle: “Enviame un mail y decime todo lo que me quieras decir. Si veo que da para juntarnos, lo hacemos. Sludos”.

Otro mensaje muy común de parte de él es: “¿Por qué me borraste el MSN?”. (Cosa que, indudablemente, hay que hacer con un ex que te dejó: el hecho de que nos vea online, cuando tenemos la opción de bloquearlo, sería lo mismo que pararnos como forras en al puerta de su casa. Y no sirve sólo bloquearlo porque, además de la tentación permanente de readmitirlo, vamos a estar pendientes de sus nicks, sus fotos... Definitivamente, no ayuda). Ante esa pregunta lo ideal es responder: “Te borré de MSN porque mis contactos son sólo amigos, familiares y eventualmente algún novio: vos no entrás en ninguna de esas categorías. Un beso”. Pero ojo: solo hay que responder eso si lo pregunta. Porque un mensaje de parte de él que diga “No puedo creer que me hayas borrado del MSN” no deja de ser otra cosa que, como dije antes, un mensaje “informativo” que no hay que responder.

Es fundamental no dejarnos llevar por nuestras pasiones, al momento de responder un SMS o mail de un ex. Eso podría hacer que vaya a parar a la mierda todo el esfuerzo que pusimos anteriormente para hacer las cosas bien, no humillarnos y hacerle sentir que seguimos adelante sin él y que nos está perdiendo. Recuerden que nadie puede tener deseos de recuperar lo que no siente que ha perdido.


Fabio Fusaro

Con ustedes: El ex




miércoles, 20 de marzo de 2013

Triste o buena

Amar sin nadie, vaya cosa triste. Sin nada que abrazar ni Eva que nos abrace. Buscar en la memoria de la piel, la boca, la cintura, la lujuria ganada, las suaves nalgas tibias y sólo hallar respuestas de fantasmas. Los desaparecidos no aparecen, las voces de los árboles se apagan. Quedan escombros de caricias y con pudor nos preguntamos: ¿Por qué decimos tantas veces corazón? ¿Será el único amigo que nos queda? ¿O será el refugio de los que queremos? Amar con alguien, vaya cosa buena.

Mario Benedetti


Mi jardín ya no te espera 
porque ya corte la flor 
y todo lo que me queda 
es cantarte con el alma 
si te regale la voz. 
Seguro de nada sirve mi amor.

viernes, 15 de marzo de 2013

Mil días

Fueron tres años y mil días hasta acá. Era tarde todavía, otra noche no te vi y tu foto me gritaba, pero no te oí. No voy a perder, ya me di cuenta que estoy muy lejos. Si no lo borré fue para no volver.

Cierto es que entonces perseguía la ilusión, compartir toda la vida en la misma dirección, encontrarle una salida a tanta confusión. No voy a perder, ya me di cuenta que estoy muy lejos. Si no lo borré fue para no volver.

Vas a ver, sin marcha atrás voy a correr y nunca más repetiré pasos tristes, ya no más.
No voy a perder, ya me di cuenta que estoy muy lejos. Si no lo borré fue para no volver.

Vas a ver, sin marcha atrás voy a correr y nunca más repetiré. Vas a ver, sin marcha atrás voy a correr y nunca más repetiré pasos tristes, ya no más. Ya no más, nunca más, ya no más…

- NTVG -


Si no lo borré, fue para no volver.
Como un error que nos marca, como un desliz que nos atormenta, como una herida que jamás cierra. No lo borramos para no volver a caer en lo mismo. De los errores aprendemos y con ellos vivimos el resto de nuestros días. La vida está adelante... los días pueden pasar, los años, y hay cosas que no se borran nunca... pero la vida sigue. 

jueves, 14 de marzo de 2013

Amores que matan nunca mueren

¿Algunas vez amaron tanto a alguien que sintieron que sin esa persona se morían? Yo sí. Amé tanto a una persona que el día en que todo terminó, sentí que mi mundo se venía abajo. Sentí que ya nada en esta vida tenía sentido. Porque lo amaba, y nada de lo que me dijeran o nada de la que pasara tenía importancia para mí. Era él o era él. No había otra opción.

Hasta llegué a pensar en matarme. Llegué a creer que la única solución a todo era la muerte. Creía que muerta iba a poder acompañarlo, estar con él, cuidarlo desde lejos... ya que no podía estar cerca. Lloraba todo el tiempo, comía muy poco, me pasaba el día durmiendo... estaba sumamente deprimida. Sólo quería que el tiempo pasara rápido, quería acabar con todo, quería morir. Realmente tenía ganas de morir, de irme de este mundo para siempre. Más que el corazón, me dolía el almaLlegó un día en que me dije a mi misma: La muerte es para cobardes, y vos no lo sos, sos inteligente, mirá para adelante. 

Y así lo hice.

No pasa un solo día de mi vida en que no me acuerde de él. Ya no me duele pensar en todo lo que pasamos, más bien lo recuerdo como el gran amor de mi vida, y espero que sea feliz.

Es de esos amores que te hieren tanto que llegan a matarte... te matan a vos como persona, te matan en el alma, no físicamente.  Te matan a vos pero a pesar de todo, ese amor que nosotros le tenemos, no muere. No sé por qué, nadie jamás lo podrá saber. Amores que matan, realmente nunca jamás mueren. Es tan poderoso, tan intenso, tan pasional el amor que sentimos por la otra persona, que por más que nos maten, ese amor va a seguir viviendo a través de los años. Puede pasar lo que sea, hasta puede que no te vuelvas a cruzar nunca más con él/ella... pero esa persona fue tan importante en tu vida o dejó una huella tan grande, que por más que pase el tiempo, va a seguir viviendo en tu corazón. Aunque hayamos sentido que nos mataba cuando nos dejó... ese momento en que sentimos que el corazón se detenía, que las cosas iban muy lentas y que todo alrededor iba a prisa... no podés no amarlo/a.

Si a alguien le pasó esto, significa que esa otra persona va a prevalecer en nuestra mente y nuestro corazón por el resto de nuestras vidas. Creo que el amor se guarda en algún lugar secreto del corazón, y solo nosotros sabemos como sentimos, solo nosotros sabemos cuanto nos duele, como los recordamos... 

Yo creo que cuando se ama a alguien de verdad, jamás se olvida. Pase lo que pase.

Si tenés suerte y todavía conservás a tu lado a esa persona, cuidala. Y si ya se fue, no te preocupes, otra vendrá... quizás no la ames tanto como amaste a ese gran amor, pero no te cierres, ábrete al mundo. Amores que matan nunca mueren, pero nosotros no tenemos porque acobardarnos... Confío en las segundas oportunidades, confío en el destino, y en que todo pasa por algo. La vida nos va a traer otras chances, no las desperdiciemos por pensar en alguien que es parte del pasado. 


Agus: Te extraño todos los días de mi vida, pero lo mismo soy feliz. Yo no puedo cuidarte más, pero sé que Dios lo hace, sé que él te cuida, yo se lo pido todos los días de mi vida. Acá en mi corazón vas a vivir por siempre... Te amé y siempre voy a amarte mucho. Pero como te dije un día, sólo quiero verte feliz. La vida sigue, y nosotros no podemos quedarnos en el pasado.