Ya pasaron casi cuatro meses desde que no lo veo. Casi dos desde que no le mando ni un mensaje. Casi mes y medio que me enteré que está de novio con una mina más grande y que encima es boxeadora. Y tres días pasaron de mi cumpleaños número 21, para el cual no me saludó. Ok, voy bien. Hasta ahora me vengo conteniendo en todos los sentidos.
Pensé que me iba a doler más toda esta situación, pero no se me cae una lágrima ni en pedo. Estoy en un estado en que todo me importa un sorongo. Es como que, después de tanto sufrir, de tanto llorar, de tanto querer estar con él, me encuentro al fin en un estado de paz... Y no tengo ganas de nada con nadie. Quiero estar sola, por lo menos por un tiempo. A veces es mejor no pensar, ni hacer nada, y dejar que las cosas pasen como tienen que ser, que se den como se tengan que dar. Dejar que el destino siga su curso. Al final de cuentas, quien verdaderamente me ame va a quedarse a mi lado. A lo mejor en otra vida pueda estar con el Agus, pero no en esta... por lo menos es lo que el destino quiere por ahora.
Llega un momento en la vida donde necesitás pararte, ver a donde estás, mirar hacia donde querés ir y dejar atrás aquello que te atrasa. El Agus es lo que me está atrasando en este momento, es un capítulo que me cuesta cerrar porque me duele... me duele que él no haya sido lo suficientemente valiente como para jugársela, y que yo sí lo haya hecho, lo haya perseguido hasta cansarme. Me duele, pero no me queda otra porque ya no hay nada de él para mí. Se terminó.
Cuando te duele mirar hacia atrás, y tenés miedo de mirar hacia adelante, siempre hay que mirar al costado... porque ahí están la familia y los amigos, dispuestos a tenderte una mano y ayudarte a caminar. En este momento de mi vida, mis costados son la cosa más importante que tengo. Me han echo dar cuenta que soy fuerte y que puedo aguantar, y que soy una mujer que puede conseguir todo lo que se proponga, porque soy valiente y ya no tengo miedo. No tengo miedo.
Realmente amo al Agus. Lo amo tanto pero tanto, que lo único que me importa es que sea feliz. Y si yo no soy parte de esa felicidad... no importa, por más que me duela, lo dejo ir. Porque lo amo a él, pero más me amo a mí, por lo que ya no tengo ganas de seguir lastimándome.
Hay veces que se ama tanto a alguien, que por más que su recuerdo duela, es lo único que nos queda de esa persona... un agujero en el corazón, y no queremos cerrarlo, porque es lo último que nos deja. Si se cierra ese agujero, se pierde para siempre. Y yo siento que por más que siga adelante, siempre voy a tener en el corazón un pozito que le pertenece a él, un huequito doloroso, pero que voy a amar siempre. Aunque este vacío.
Pensé que me iba a doler más toda esta situación, pero no se me cae una lágrima ni en pedo. Estoy en un estado en que todo me importa un sorongo. Es como que, después de tanto sufrir, de tanto llorar, de tanto querer estar con él, me encuentro al fin en un estado de paz... Y no tengo ganas de nada con nadie. Quiero estar sola, por lo menos por un tiempo. A veces es mejor no pensar, ni hacer nada, y dejar que las cosas pasen como tienen que ser, que se den como se tengan que dar. Dejar que el destino siga su curso. Al final de cuentas, quien verdaderamente me ame va a quedarse a mi lado. A lo mejor en otra vida pueda estar con el Agus, pero no en esta... por lo menos es lo que el destino quiere por ahora.
Llega un momento en la vida donde necesitás pararte, ver a donde estás, mirar hacia donde querés ir y dejar atrás aquello que te atrasa. El Agus es lo que me está atrasando en este momento, es un capítulo que me cuesta cerrar porque me duele... me duele que él no haya sido lo suficientemente valiente como para jugársela, y que yo sí lo haya hecho, lo haya perseguido hasta cansarme. Me duele, pero no me queda otra porque ya no hay nada de él para mí. Se terminó.
Cuando te duele mirar hacia atrás, y tenés miedo de mirar hacia adelante, siempre hay que mirar al costado... porque ahí están la familia y los amigos, dispuestos a tenderte una mano y ayudarte a caminar. En este momento de mi vida, mis costados son la cosa más importante que tengo. Me han echo dar cuenta que soy fuerte y que puedo aguantar, y que soy una mujer que puede conseguir todo lo que se proponga, porque soy valiente y ya no tengo miedo. No tengo miedo.
Realmente amo al Agus. Lo amo tanto pero tanto, que lo único que me importa es que sea feliz. Y si yo no soy parte de esa felicidad... no importa, por más que me duela, lo dejo ir. Porque lo amo a él, pero más me amo a mí, por lo que ya no tengo ganas de seguir lastimándome.
Hay veces que se ama tanto a alguien, que por más que su recuerdo duela, es lo único que nos queda de esa persona... un agujero en el corazón, y no queremos cerrarlo, porque es lo último que nos deja. Si se cierra ese agujero, se pierde para siempre. Y yo siento que por más que siga adelante, siempre voy a tener en el corazón un pozito que le pertenece a él, un huequito doloroso, pero que voy a amar siempre. Aunque este vacío.
Todo parece estar queriendo cerrar una herida, lejos de abandonar, cerca de una despedida. No quiero más verte pasar, sólo me quiero sentar a esperar. Lo fueron a matar y lo dejaron con vida, sin sospechar que todavía respira. No quiero más verte pasar, sólo me quiero sentar a esperar... Que saltes al vacío y que no vuelvas nunca, y que toda tu vida te mate la culpa de haberme robado una parte del alma, y es lo que a vos te hace falta alejarte de acá.
Vos querés enseñar pero te faltan ideas. Vos sabes señalar pero espera que te vean. No quiero más verte pasar, sólo me quiero sentar a esperar y rogar... Que saltes al vacío y que no vuelvas nunca, y que toda tu vida te mate la culpa de haberme robado una parte del alma, y es lo que a vos te hace falta... Que saltes al vacío y que no vuelvas nunca, y que toda tu vida te mate la culpa de haberme robado una parte del alma, y es lo que a vos te hace falta alejarte de acá.
- NTVG -
jajajaaja la puta madre, es demasiado bueno
ResponderEliminarjajaja :)
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