It's sad, so sad, it's a sad sad situation and its got more and more absurd. It's sad, so sad... Why cant we talk it over? Oh it seems to me, that sorry seems to be the hardest word.
El arte de perder no es difícil de aprender, tantas cosas parecen querer extraviarse que perderlas no acarrea ningún desastre.
La gente va y viene en esta vida, sólo se quedan a tu lado quienes verdaderamente importan... o mejor dicho, a quienes verdaderamente le importamos. Algunas veces queremos a quien no se lo merece... nos preocupamos, y nos importan personas que no darían ni la mitad por nosotros. Duele darse cuenta de estas cosas cuando ya es demasiado tarde, cuando ya dimos lo mejor y no obtuvimos nada a cambio. Y no es que busque recibir un beneficio, pero ¿recibir un golpe? ¿Sentirse usada? No está bueno. Hubiese dado todo lo que di y mucho más, si tan solo estas personas que me lastimaron hubieran sido lo suficientemente valientes para venir a pedirme perdón en la cara, si no se hubiesen escondido como cucarachas... hubiera hecho un borrón y cuenta nueva y olvidado todo. Pero no, no me pidieron perdón, ni siquiera me saludan... Perdón, parece ser la palabra más difícil. Y lo peor de todo es que ellos están bien. Y deben hablar tantas cosas de mí... ¡Qué importante que me siento! La gente habla y dice cosas sobre mi a mis espaldas (si, porque nadie es capaz de decirme las cosas de frente). Y yo le digo a toda esa gente: Digan lo que quieran, me rasbala todo lo que puedan decir de mí. Yo sé lo que soy como persona, sé lo que valgo, sé lo que hice, lo que no hice, lo que dije, lo que di... Así que digan lo que quieran, pierdan el tiempo hablando de cosas que no entienden, que no saben, que suponen, que creen. El que quiera saber la verdad que venga y me lo pregunte. La gente dice muchas idioteces y deja de lado las cosas importantes de la vida. Yo no quiero estar pendiente del "que dirán" de mi. ¡Que digan lo que quieran!
El arte de perder no es difícil de aprender, tantas cosas parecen querer extraviarse que perderlas no acarrea ningún desastre.
La gente va y viene en esta vida, sólo se quedan a tu lado quienes verdaderamente importan... o mejor dicho, a quienes verdaderamente le importamos. Algunas veces queremos a quien no se lo merece... nos preocupamos, y nos importan personas que no darían ni la mitad por nosotros. Duele darse cuenta de estas cosas cuando ya es demasiado tarde, cuando ya dimos lo mejor y no obtuvimos nada a cambio. Y no es que busque recibir un beneficio, pero ¿recibir un golpe? ¿Sentirse usada? No está bueno. Hubiese dado todo lo que di y mucho más, si tan solo estas personas que me lastimaron hubieran sido lo suficientemente valientes para venir a pedirme perdón en la cara, si no se hubiesen escondido como cucarachas... hubiera hecho un borrón y cuenta nueva y olvidado todo. Pero no, no me pidieron perdón, ni siquiera me saludan... Perdón, parece ser la palabra más difícil. Y lo peor de todo es que ellos están bien. Y deben hablar tantas cosas de mí... ¡Qué importante que me siento! La gente habla y dice cosas sobre mi a mis espaldas (si, porque nadie es capaz de decirme las cosas de frente). Y yo le digo a toda esa gente: Digan lo que quieran, me rasbala todo lo que puedan decir de mí. Yo sé lo que soy como persona, sé lo que valgo, sé lo que hice, lo que no hice, lo que dije, lo que di... Así que digan lo que quieran, pierdan el tiempo hablando de cosas que no entienden, que no saben, que suponen, que creen. El que quiera saber la verdad que venga y me lo pregunte. La gente dice muchas idioteces y deja de lado las cosas importantes de la vida. Yo no quiero estar pendiente del "que dirán" de mi. ¡Que digan lo que quieran!
No soy mejor que vos y no seré perfecta, a medio camino por andar, cayendo y volviéndome a parar. Aprendo del error y creo que el destino se escribe con gotas de sudor. No temo a la herida ni al dolor.
Y ahora sé muy bien a donde va la vida, y no hay mentira que me engañe y a nada vendo la razón. Que digan lo que quieran, que las palabras vienen y se van , y yo soy como soy en realidad, quiero vivir a mi manera. Que digan lo que quieran, yo tengo ya mi brújula interior,
me importa lo que dice el corazón. Y sé muy bien a donde voy. Que digan lo que quieran.
Me acostumbré a danzar al borde del abismo y allí la mentira y la verdad son parte del tiempo que se va. La vida es del color del que yo quiera verla Por fuera es un juego de ilusión y nada es verdad si yo no estoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario