Lo peor del amor es cuando pasa. Cuando al punto final de los finales no le quedan dos puntos suspensivos.
Puedes llorar porque él se marcho o celebrar la mujer maravillosa que él se perdió.
Tú eliges.
Todo final es indicio de un nuevo comienzo.
¿Empezamos llorando o riendo?
Me parece que es mejor comenzar con una sonrisa.
Pero duele.
Sí, duele.
Pero hay que seguir adelante.
Veamos las cosas por el lado positivo.
Pongamos los pro y los contra en la balanza.
A lo mejor no es el indicado.
Quizás haya alguien mejor esperando por nosotras.
¿Quién sabe? A lo mejor el día de mañana le agradezcamos el que nos haya dejado ir para encontrar a nuestro verdadero amor.
Estoy segura que todo lo que viene es mejor.
Por algo pasan las cosas.
Todo pasa por algo. Definitivamente.
A lo mejor ahora no lo veamos tan claro. Pero lo he comprobado en otras situaciones similares. Y es asi.
Duele. Duele mucho. Pero no queda otra.
Mejor que pase ahora antes que pase el tiempo.
Mejor que pase ahora antes que no podamos despegarlo de adentro nuestro.
Mejor que pase ahora antes que lleguemos a amarlo con el alma.
Mejor ahora que tarde.
Decir adiós. Dar vuelta la hoja.
Cambiar de libro, por qué no.
Quien dice que el tiempo cura todas las heridas es porque no sabe el poder que tiene el recibir un abrazo. Pero lo cierto es que el tiempo es el mejor autor porque siempre, pero siempre, encuentra un final perfecto.
Paciencia.
Habrá que esperar.
Pero olvidemos.
La vida es corta para sufrir.
Menos por alguien que no vale la pena.
Por alguien a quien no le importamos.
Por alguien a quien le da lo mismo que estemos o no.
Por alguien que no nos quiere.
Por alguien que malgasta su propia vida... ¿por qué deberíamos gastar la nuestra pensando en él?
Basta.
Borrón y cuenta nueva.
Demostremosle que estamos orgullosas de CELEBRARNOS.
CELEBRAR LA MUJER MARAVILLOSA QUE SE PERDIÓ.
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